Cuando se firma un contrato de trabajo, generalmente, se asocia una cláusula de confidencialidad. A continuación, te acercamos cómo funciona, y los demás aspectos que has de saber precisamente sobre esta cláusula de confidencialidad en contratos laborales.
Qué es la cláusula de confidencialidad en contratos laborales
Lo primero es saber en qué consiste este tipo de cláusula. Se trata de una disposición que, por lo general, se suele incluir en un contrato laboral. Sirve para establecer que el empleado no puede dar información confidencial de la empresa a terceros sin consentimiento. Y que puedan estar relacionados con la empresa. Es posible también que existan contratos en los que se recoja que el empleado tenga que proteger la información confidencial una vez se termine la relación laboral. Este deber de sigilo profesional está previsto en el artículo 65 del Estatuto de los Trabajadores
Un ejemplo muy frecuente es el de guardar confidencialidad sobre los datos personales recabados durante la relación si ésta consiste en el procesado de datos. También suelen prohibir que se pueda informar sobre los procesos industriales de la empresa. Por último, advertir que no existe un deber genérico de lealtad absoluto, que implique la total sujeción del trabajador al interés empresarial. Dado que no puede prevalecer sobre el derecho a la libertad de expresión.
Para qué sirve la cláusula de confidencialidad en contratos laborales
Así pues, la cláusula de confidencialidad en un contrato de trabajo es útil para proteger los intereses e informaciones de la empresa y de sus clientes de manera segura. Con esta, también se ofrece protección a la propiedad intelectual de la empresa, así como al resto de datos sensibles que sean fundamentales para poder mantener su ventaja competitiva. También para prevenir un caso de competencia desleal.
Cuando existe una cláusula de este tipo recogida en el contrato laboral de un modo claro, será un factor clave también de cara a que la empresa pueda cumplir con las leyes y las regulaciones a aplicar.
Por tanto, una cláusula de confidencialidad puede ser especialmente importante en empresas de tecnología, en enseñas que se dediquen a la investigación y al desarrollo. Además, también, de empresas que puedan ofrecer productos financieros y atención médica, servicios de consultoría, etc.
¿Puede ser esta cláusula abusiva?
Antes de firmar el contrato es importante leerlo con detenimiento. En lo que se refiere a esta cláusula, podrás detectar si se puede considerar abusiva o errónea cuando la cláusula en cuestión no está bien definida. O, también, que haga referencia a información que no es de relevancia para la empresa. Esto, cuando la cláusula no deje claro cuál es la información confidencial que se ha de proteger.
También podrá considerarse abusiva cuando la cláusula prohíba al trabajador compartir información que pueda considerarse de interés público, o tenga una duración excesiva. Esto es así porque puede limitar las oportunidades laborales del trabajador cuando salga de la empresa formalmente.
Se considerará, también, que una cláusula de confidencialidad es abusiva cuando impida al trabajador ejercer su libertad de expresión o ejercer sus derechos como empleado.
Por tanto, antes de firmar un contrato en general, y una cláusula de confidencialidad en particular, hay que leer siempre el texto con detenimiento antes de firmarlo. Esto, para saber cuáles serían las consecuencias de no cumplirla y qué es lo que se pide al trabajador.