
Si tu empresa no pasa por el mejor momento y estás valorando las opciones que tienes, una de ellas es acogerte a un concurso de acreedores para reflotar la empresa y evitar responsabilidades.
Qué es el concurso de acreedores
Antes de nada, señalar que se entiende por concurso de acreedores al proceso judicial civil, que tiene como objetivo lograr un acuerdo entre la empresa insolvente, y sus acreedores. En cuanto a quién puede presentar el concurso, las circunstancias que debe reunir, y la forma de presentarlo, lo explicábamos aquí. Y en cuanto al momento en que debe presentarse el concurso, puedes leerlo aquí.
Ventajas de entrar en concurso de acreedores
En nuestro artículo anterior, explicábamos cómo evitar el concurso de acreedores. Pero si esto falla, no todo está perdido. Cuando se da una situación de insolvencia, no necesariamente ha de ser definitiva, declarar el concurso de acreedores tiene una serie de beneficios:
1. Conservar la capacidad de administrar y disponer del patrimonio
Cuando la empresa está en suspensión de pagos o insolvencia provisional o definitiva, debe instar el concurso; .es lo que se conoce como concurso voluntario. De este modo, el deudor sigue teniendo la capacidad de poder administrar todo su patrimonio, aunque tendrá que tener el visto bueno del administrador concursal, debiendo darle la autorización de los pagos a efectuar y demás actos de disposición de su patrimonio.
2. Se deja de devengar intereses
En ese momento se suspende el devengo de intereses, quedando suspendidos hasta la finalización del proceso concursal.
3. Con el concurso de acreedores se paralizan las ejecuciones de garantías
También se paran las llamadas ejecuciones de garantías reales. Lo que se busca es velar por el deudor, buscando que pueda seguir con su actividad y es una medida que entra en vigor en el momento de la declaración del concurso y hasta que concluye.
4. Permite alcanzar un acuerdo con los acreedores
Si se declara el concurso se puede trabajar en la obtención de un acuerdo con los acreedores. Con esta figura el concursado sí puede pactar una quita de la deuda y/o un aplazamiento del pago. Aunque esto no es fácil de conseguir, sí que es posible a nivel legal y todo dependerá de cada caso. Para conseguirlo se recomienda contar con un buen Plan de Empresa. Hay que recordar que el objetivo del concurso es ofrecer una garantía de continuidad óptima para la empresa, para ordenar las deudas y sobrevivir a las dificultades.
5. Evitarás entrar en fase de concurso culpable
Si se tramita en tiempo y forma adecuados, con el concurso de acreedores evitarás entrar en la fase de concurso culpable en el caso de que la situación de la empresa se agrave. Esto se da cuando se considera que la propia actuación de los Administradores Sociales ha hecho que la crisis de la empresa haya ido a más. Todo ello además va aparejado a la asunción de responsabilidades personales por las deudas de la sociedad, siempre y que no sea suficiente con el patrimonio social para cubrirlas. Así como la inhabilitación para administrar otras empresas.
Además, si eres autónomo puedes acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad, y solicitar la Exoneración del Pasivo Insatisfecho, más conocido como BEPI. En definitiva, son muchas e importantes las ventajas de optar por el concurso de acreedores a tiempo. Si consideras que tu empresa debe dar este paso, contáctanos.