Préstamo convertible y préstamo participativo ¿en qué consisten? En caso de dificultades de liquidez en la empresa, no siempre hay que acudir a financiación bancaria. A veces, puede ser conveniente buscar otras fuentes alternativas de financiación. Aquí te dejamos unas pinceladas de dos de las figuras más conocidas.
¿Qué es un crédito participativo?
Pues bien, un préstamo participativo es una modalidad de financiación destinada a empresas que necesitan que se les inyecte dinero. Aquí, el prestamista además de dar el dinero. Y participa de los beneficios que pueda generar la empresa. Por ello, el contrato en este tipo de préstamos suele ser un documento más complejo en lo relativo a las modalidades bajo las que se devolverá el dinero. Esto es así, puesto que no necesariamente tiene que ser en plazos, como ocurre en las hipotecas o con los préstamos personales.
En un préstamo participativo, el prestamista recibe un dinero que se le devuelve. Pero también participa de los beneficios de la empresa. No obstante, se trata de una modalidad sujeta a una serie de condiciones variables que son las que se han de negociar y fijar al firmar el contrato de préstamo.
En dicho documento se ha de dejar claro que se trata de un préstamo sujeto a determinado tipo de interés, que se aplicarán sobre los beneficios, el patrimonio, el volumen de negocio o aquello que se concrete entre ambas partes. Entre las ventajas de este tipo de préstamo se encuentra el hecho de que si la empresa crece, la persona que da el dinero puede obtener unos beneficios más elevados.
¿A qué se llama préstamo convertible?
El préstamo convertible es otro tipo de préstamo que tiene notables diferencias sobre el préstamo participativo. Las mismas radican en el modo en la que el prestamista forma parte de la empresa prestataria. En este caso, el prestamista podría llegar a ser parte de la sociedad. En este tipo de préstamos, la persona que deja el dinero tiene la posibilidad de convertir el derecho derivado del crédito en participaciones o acciones.
Por tanto, en los préstamos convertibles, el prestamista no recibe un dinero a modo de cuota de vuelta, sino que lo que consigue a cambio son acciones de la empresa a la que ha realizado el préstamo. No obstante, el prestamista no pasará a formar parte de la sociedad sin más. Aquí se trata de un movimiento que tiene que ser aprobado por la junta de la socios de la empresa y debe ir acompañado además de una ampliación de capital. De ahí que lo más habitual es que al sellar un contrato de préstamo así ya se haya aprobado este punto.
Ahora que ya sabes un poco mejor en qué consiste un préstamo convertible y un préstamo participativo, así como sus diferencias, puedes conocer cuál es la modalidad de financiación que más te puede interesar.
