Si quieres conocer cuáles son los requisitos para realizar la correcta distribución de dividendos en las empresas, presta atención. Te ofrecemos los principales aspectos a conocer.
Cómo se realiza la distribución de dividendos en las empresas
El primer punto que se ha de dar para una empresa pueda llevar a cabo la distribución de dividendos en la empresa es que se realice a favor de los socios en función del porcentaje de capital social.
Requisitos para la distribución de dividendos en las empresas
Para llegar a un acuerdo respecto al reparto de los dividendos de la empresa se ha de tener en cuenta el acta de la Junta de accionistas. En su defecto, se deberá contar con la certificación pertinente del administrador. Según se regula en la ley, las empresas tendrán que destinar un 10% de los dividendos a la reserva legal de la enseña. Tras esto, se podrán repartir los dividendos.
Todos los socios o accionistas de la sociedad tendrán el derecho a participar, según se recoge en la legislación, en el reparto de los beneficios que haya generado la entidad. No obstante, al hacer el reparto se valorará que para hacer lo propio se podrá tener en cuenta los beneficios de ese ejercicio en cuestión o se puede aplicar el reparto sobre los beneficios generados en ejercicios anteriores.
Las sociedades solo podrán proceder al pertinente reparto, cuando se cierre el ejercicio, se observe que existe un resultado positivo. En estos supuesto se podría validar un reparto posterior de los beneficios que haya tenido la empresa entre los socios.
Tributación de los dividendos
Una vez se ha repartido la cantidad de dividendo que le pertenezca al socio, deberá tributarlo por IRPF cuando sea correspondiente. Esto es así porque la enseña cuando abona el dividendo ya efectúa retenciones en concepto de IRPF que son del 19%. De este modo, lo que hace la empresa es retener e ingresar en Hacienda la cantidad que corresponda en función del dividendo que abone.
Cuando se haya aplicado la retención correspondiente, la empresa tendrá que abonar el resto de los dividendos, en función de la cantidad que se haya aprobado en la Junta.
Caducidad
Por otro lado, hay que tener presente que el derecho a cobrar el dividendo es algo que expira a los tres años a partir, desde la fecha en la que el pago resulta exigible. Todo ello, según el acuerdo de distribución de dividendos existente. Del mismo modo, será a partir de los diez años si esto se correspondiera con las Sociedades Anónimas Abiertas. A partir de ese momento, los dividendos que no se hayan cobrado pasarán a ser parte de la reserva legal.
