Cómo son las estrategias de defensa penal a seguir
Al enfrentarse a un proceso penal existen dos estrategias a seguir. La primera de ellas consiste en desacreditar la hipótesis que formula la acusación. Por otro lado, la segunda estrategia en cuestión consistiría en formular una hipótesis alternativa al respecto de lo que ha ocurrido.
En cualquier caso, es importante saber que son dos estrategias no complementarias y en ningún caso excluyentes, por lo que ambas se pueden desarrollar paralelamente. No obstante, en no todos los casos existe la opción de diseñar una hipótesis de defensa alternativa. Y la estrategia tendrá que ser tan solo en lo relativo a la crítica de la hipótesis que es acusatoria.
Otra opción: cuestionar el procedimiento
Una estrategia para la defensa puede ser la relativa a que los procedimientos que se han usado por las autoridades fueron ilícitos o injustos. Este tipo de defensa puede darse en determinadas circunstancias y supuestos. Y puede ser un modo más de llevar una estrategia por lo penal que ayude en la defensa del acusado.
En cualquier caso, aunque pueden ser diferentes las tácticas y las claves en defensa son principalmente dos. Es indudable que lo relevante será crear una estrategia que se adecúe al caso en concreto. Personalizar cada detalle y argumento será fundamental para lograr un resultado favorable o lo más favorable posible.
Claves del proceso penal
Un proceso penal en la actualidad es acusatorio, puesto que para probar la acusación que se realiza, la parte que efectúa la acusación en cuestión debe plantear en el juicio una hipótesis sobre cómo ocurrió todo y probarlo. Si la parte que acusa no consigue probarlo con los medios que se aceptan como prueba basándose en la ley, el juez absolverá a la persona acusada.
En las causas que se tramitan por la vía penal siempre se hace referencia a un hecho delictivo que sucedió con anterioridad y que el juez no presenció de manera directa. Por tanto, para poder condenar, el juez tiene que establecer una conexión entre el hecho en cuestión y el hecho del pasado que si es cierto sería delito. Esto es así porque solo así se podría concluir su culpabilidad o inocencia y emitir una sentencia ajustada a derecho.
Las leyes buscan proteger a las personas y son garantistas. Por ello, para que en un proceso penal se acabe emitiendo una sentencia acusatoria se tendrá que tener todo bien probado. Y nunca se podrá emitir una sentencia acusatoria si no se ha logrado probar el hecho en cuestión mediante pruebas obtenidas por medios legales.
