¿Estás en proceso de divorcio y quieres saber las implicaciones que esto tiene en la custodia de los hijos? A continuación, te acercamos los principales aspectos que has de tener en cuenta en este tipo de situaciones.
Divorcio y custodia de los hijos: tipos
Así pues, las implicaciones que un divorcio tiene en lo relativo a la custodia de los hijos siempre hace referencia cuando los descendientes son menores. De este modo, en un proceso de divorcio se puede solicitar u optar por tres tipos de custodia diferente de los menores. Son estas.
Custodia monoparental
Hasta ahora, la custodia monoparental era la más extendida. Aquí lo que se hace es otorgar la custodia a uno solo de los progenitores. Salvo que se acuerde lo contrario, el progenitor que obtiene la custodia es el que conserva también el derecho a uso de la vivienda familiar, aun no siendo el titular de la misma. También será la persona que gestione la pensión de alimentos del menor.
En este régimen de custodia, el progenitor no custodio tiene un derecho de estancia y de un derecho de visita estipulados. Además, también tiene derecho a comunicarse con el menor en todo momento.
Custodia compartida
En la actualidad, se está empezando a extender de manera general la custodia compartida en detrimento de la custodia monoparental. Con este régimen de custodia, los dos progenitores conviven con los hijos por periodos previamente establecidos, meses, semanas, etc.
Los dos toman de manera conjunta las decisiones sobre el cuidado de los menores en condiciones de igualdad. Se trata de un tipo de custodia que suele darse contando con un domicilio fijo, siendo los hijos los que viven siempre en la misma casa y los padres los que cambian su residencia o con domicilio rotatorio, si son los menores los que se trasladan al domicilio de cada uno de sus progenitores.
Custodia de los hijos: partida
Respecto a la custodia partida, decir que cuando hay más de un hijo el juez puede ejercer su potestad de otorgar la custodia de uno de ellos a un progenitor y de otro de ellos al otro progenitor si existe para ello una causa justificada. Esto supone separar a los hermanos, pero, en ocasiones, existe una causa motivada en la que la mejor opción es hacerlo.
Custodia a un tercero
La custodia a un tercero solo se da en casos extraordinarios y siempre velando por el interés del menor. Esto sucede cuando hay casos de maltrato, abandono familiar, adicciones por parte de ambos progenitores, etc. En estos supuestos, suele darse la custodia a los familiares más directos que tenga el menor, al margen de los progenitores: abuelos, tíos, etc.
El divorcio siempre va asociado a optar por un tipo de custodia de los hijos. Lo más adecuado es llegar a un acuerdo cordial entre las partes, pero cuando no existe esta opción es el juez el que determina cómo será la custodia de los hijos.
